«¿A qué te dedicas?» no sólo es una de las frases de ligue más recurrente (pregúntenle a sus amixes con cuenta en Tinder): es la principal prueba de cómo la sociedad define a una persona en función del trabajo que lleva a cabo.
Después de describir por qué Aggretsuko representa el animal espiritual de todo godín millenial, me di cuenta de cuan importante era conocerme dentro y fuera de una oficina pues yo, al igual que la pequeña panda roja, me había juzgado bajo ecuación trabajo = valor.
¿Por qué lo hacemos?
La pasión con la que llegué a interpretar la canción Thank u, next me dio la respuesta: ¡nuestro trabajo es como una relación amorosa! En él esperamos encontrar seguridad y estabilidad, un espacio que nos rete creativa, intelectual y hasta emocionalmente. Liberamos endorfinas, como cuando nos enamoramos, al hacer algo que nos apasiona.
Pero al igual que en el terreno del amor, cada experiencia laboral en el camino para encontrar nuestro espacio ideal es un ex en potencia cuyo tiempo a nuestro lado trae consigo lecciones de vida que hay que saber aprovechar.
One taught me love | Uno me enseñó el amor
Equilibrio personal y profesional. Jornada justa y flexible. Libertad para aportar ideas. Igualdad de oportunidades. Cada tarea es un reto que desafía a la rutina. Jefe comprometido con el desarrollo del trabajo. Posibilidad de crecimiento en la empresa. Amas lo que haces, literalmente.
One taught me patience | Uno me enseñó paciencia
Trabajas horas extra, pero en algo que te encanta. Tu capacidad de negociación se pone a prueba. Miembros de tu equipo no tienen el mismo nivel de compromiso y hay que llegar a acuerdos. Aprendes a jerarquizar tus pendientes. Los días de cierre son una locura pero tienes los días siguientes para recuperarte.
And one taught me pain | Uno me enseñó el dolor
Acoso laboral. Falta de respeto. Continua sensación de estrés y ansiedad. Mala comunicación. Los pendientes no tienen jerarquía, todo es urgente. Vives para trabajar. Tu salario no corresponde con la cantidad de responsabilidades que tienes. No tienes tiempo para ti ni para tus seres queridos.
[Cabe mencionarse que existen trabajos que te enseñan todo lo anterior en un súper combo-breaker o que, conforme pasa el tiempo, evolucionan como pokémon]
Now, I’m so amazing | Ahora soy increíble![]()
Todo rompimiento es doloroso pero después del proceso de duelo, tu mente y tu corazón están listos para una nueva aventura. ¡Ahora eres más fuerte que antes!
Nuestra capacidad de enamorarnos nuevamente de un trabajo, y hacerlo hasta encontrar al indicado, debe prevalecer. A veces se gana, a veces se pierde, pero todo es parte del proceso para descubrir quienes somos y que deseamos en realidad.
Y como dice el single que no pude sacar de mi cabeza durante semanas:
And for that, I say THANK YOU, NEXT | Y por eso digo GRACIAS, SIGUIENTE
Gracias por todas tus lecciones, las dulces y las amargas, porque ahora sé que:
- Nuestro trabajo no nos define: ¡nosotros definimos a nuestro trabajo!
- @ElDetectiveMike tiene toda la razón cuando asegura que «un mal trabajo es como el novio que te maltrata pero con el que tienes el mejor sexo: intentarás disculpar todo lo malo en función de aquello que te hace ‘feliz’ y la única persona que decidirá cuánto tiempo durará esa relación tóxica serás tú.»
- Cumplir nuestras metas, y no expectativas ajenas, es sinónimo de éxito.
- Tener una agenda llena de tareas por realizar no potencializa nuestro valor, ni nos hace más productivos, profesionales o eficientes.
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Quienes nos aman no nos recordarán por nuestro CV sino por nuestra personalidad y el tiempo de calidad que compartimos con ellos.
- Hay que sacar lo mejor de cada experiencia laboral con el fin de no tropezar con la misma piedra en diferentes escenarios.
Y finalmente, porque ahora sé cuál es el trabajo más importante que tengo.
«¿A qué te dedicas?»